En 1916, llegaría una de las técnicas más importantes para el séptimo arte. El Technicolor, que permitió a los cineastas realizar películas en color. Un punto de inflexión fundamental para la industria, que fue posible gracias a la introducción de un proceso químico fotográfico que logró introducir el color en los fotogramas de las películas.
Gracias al hallazgo, la compañía Technicolor Corporation consiguió transformar el cine en blanco y negro en uno de color. Este descubrimiento grababa las imágenes en dos tonalidades (rojo y verde azulado) utilizando únicamente una lente. Un divisor de haz de luz y filtros de color facilitaba el proceso que, sin embargo, presentaba numerosas dificultades para ser proyectado en las salas. Así quedó demostrado con el estreno de The Gulf Between, en 1917.
La llegada de dos sistemas posteriores mejoraría la producción de películas en color. Pero fue el desarrollo de la cámara de tres colores la que revolucionaría técnicamente la industria. Un desarrollo que hizo que las películas en color experimentaran un ‘crecimiento imparable’ a partir de 1935.
Primera película a color
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